y en un intento fallido
los pajaros volvieron al nido
no era hora de partir
no era hora de dejar el vacio
y la pequeña muerte los rondaba
y ella era todo una dama
y ellos creian su suspicacia
y ellos danzaban con su gracia
la madre siempre los obserbava
pero ellos jugaban a no escucharla
y andaban en cantaros de risa
y la pequeña muerte no es tan sumisa
y seguian su perfume
y ellos sabian ella no era una diosa
la madre siempre sigilosa
era tan celosa
y ellos odiaban su postura
y la pequeña muerte que no dejaba dudas
rondaba despacio y como vagabunda
en una noche muy oscura
hoy la luna no propiciaba
la vista que la madre tanto anhelaba
y la pequeña muerte
como a todos arrastro
y con sus pequeños pasos
ella los deboro.
lunes, 13 de abril de 2009
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